Guía del asiento de apertura en contabilidad
El asiento de apertura forma parte de todos y cada uno de los ejercicios económicos de una empresa.
Hablamos de uno de los asientos contables más importantes: de él depende todo el registro de las actividades y gestiones económicas de una sociedad.
Vista su relevancia, más vale conocerlo al detalle. En este artículo te contamos qué es, en qué situación debe realizarse y cómo hacerlo.
¡Vamos allá!
¿Qué es un asiento de apertura?
Toda empresa, independientemente de su tamaño o sector, basa su actividad empresarial en ejercicios contables independientes.
Dichos ejercicios son el conjunto de las operaciones económicas y el registro contable respectivo que una sociedad realiza durante un período determinado, el cual suelen coincidir con los años naturales (inicio el 1 de enero y cierre el 31 de diciembre).
Eso quiere decir que cada cierto tiempo, las empresas deben “cerrar” su actividad contable para revisar la situación económica y el patrimonio que poseen.
Después del cierre, es necesario abrir de nuevo un ciclo contable; el asiento contable de apertura será el encargado de hacerlo.
💡 Todo ciclo que comienza, lo hace después de un cierre. En ese sentido, también existe el asiento de cierre, el encargado de cerrar el ejercicio contable (o de clausurar el negocio, si se da el caso). Ambos asientos son los que establecen la separación entre los períodos contables.
¿Cuál es la función del asiento de apertura?
La función del asiento de apertura es reflejar la situación real de la empresa al inicio del ejercicio contable.
Para ello, va a incluir todos los bienes, fondos y deudas que la sociedad tenía en el día del cierre del ejercicio anterior.
¿Cuándo hay que hacerlo? 2 situaciones
Existen dos situaciones en las que una empresa debe realizar el asiento de apertura:
- Al inicio de un nuevo ciclo contable.
- Al inicio de un nuevo negocio.
Hay que tener en cuenta que si se trata de un asiento de apertura debido a la creación de una nueva sociedad, este se realizará el día de la creación de la empresa. Por lo tanto, es común que el primer asiento de apertura no coincida con el año natural.
💡 El término “asiento de apertura” puede utilizarse indistintamente para las dos situaciones. Sin embargo, puede que también escuches a hablar de “asiento de reapertura”. En ese caso, solo hará referencia al asiento realizado al inicio de un nuevo ciclo contable, nunca al inicio de un nuevo negocio.
Composición del asiento de apertura: de qué cuentas se trata?
El asiento de apertura está compuesto por las cuentas de balance con saldo abierto.
Incluirá:
- El activo en el debe;
- el pasivo y el patrimonio neto en el haber.
Ejemplo de una estructura de asiento de apertura:
☝️ La cuenta de gastos e ingresos (grupos 6 y 7) no van a aparecer en el asiento de apertura. Los saldos de dichas cuentas deben liquidarse al final de cada ejercicio contable a través del asiento de regularización.
Eso sí, la cuenta 129, la cual muestra el beneficio o la pérdida de la empresa durante el ejercicio contable anterior, debe aparecer en el asiento de inicio de ciclo contable.
¿Cómo realizar un asiento de apertura de contabilidad? 2 casos
Como ya hemos apuntado, el asiento de apertura consiste en hacer un apunte contable basado en las cuentas del ciclo anterior. Sin embargo, también puede darse el caso de tener que hacerlo debido al inicio de un nuevo negocio.
¡Veamos cómo realizarlo según la situación de la empresa!
1. Asiento de apertura para nuevas empresas
Hacer el asiento de apertura para una empresa recién constituida no es tarea complicada.
Como es lógico, no existe un histórico contable, por lo que las cuentas que se reflejarán serán pocas:
- Caja y bancos (aportaciones de los socios);
- bienes o capitales extras en posesión al inicio de la actividad (por ejemplo, el inmovilizado material).
2. Asiento de apertura para un nuevo ciclo contable
Cuando se trata de elaborar un asiento de apertura para un nuevo ciclo contable, hay tres pasos a seguir:
1. Reúne la información necesaria
Hay dos documentos que pueden aportarte la información necesaria:
- El balance de comprobación (también llamado balance de sumas y saldos) del ejercicio anterior. En ese caso, hay que clasificar las cuentas en el debe (si son activos) y en el haber (si son pasivos o patrimonio neto).
- El asiento de cierre. En ese caso, basta con cambiar el orden de las cuentas: las que figuran en el haber serán debe, y viceversa.
☝️Si no dispones de información contable de la empresa, la tarea puede complicarse. En ese caso, será necesario realizar el Balance de Inventario: una lista de todos los elementos patrimoniales (bienes, derechos y obligaciones) de la sociedad.
2. Crea el asiento de apertura
Puedes crear un asiento de apertura resultado del ejercicio anterior manualmente.
Sin embargo, cuando el número de cuentas a incluir es elevado, el proceso se complica y el tiempo invertido aumenta.
Hacerse con un programa de contabilidad te permite:
- Automatizar los procesos,
- evitar errores comunes,
- ahorrar tiempo.
Sin lugar a dudas, ¡es una buena inversión!
3. Traslada la información al Libro Mayor
Por último, una vez hecho, deberás trasladar la información al Libro Mayor, el cual lleva un control de todas las cuentas contables de una sociedad.
Ahora que sabes cómo realizar un asiento de apertura, ¿estás listo/a para ponerlo en práctica? 🚀
El asiento de apertura en resumen
El asiento de apertura es esencial en la contabilidad, iniciando cada ejercicio económico con un registro preciso de activos, pasivos y patrimonio neto. Se realiza al comenzar un nuevo ciclo contable y al fundar una nueva empresa.
Este proceso incluye recolectar información del balance anterior, crear el asiento (preferiblemente con software contable) y registrarlo en el Libro Mayor.
Un asiento de apertura bien hecho garantiza transparencia financiera, facilita auditorías y mejora la eficiencia operativa, proporcionando una base sólida para la gestión contable. 💫