Auditoría interna y externa: diferencias y especificidades

Las auditorías y los auditores desempeñan un papel esencial en el mundo empresarial, ya que permiten a las organizaciones saber cuándo y dónde algo va mal en su actividad. Sin embargo, para alguien que no esté familiarizado con el mundo de la auditoría, la diferencia entre auditorías internas y externas puede parecer confusa. Para saber más sobre qué son estos dos tipos de auditorías y cómo pueden ayudar a su empresa, ¡siga leyendo!
Definición
Auditoría interna
La auditoría interna es el proceso de evaluación de los controles internos de una empresa, como su departamento de contabilidad y su gobierno corporativo. Los auditores hacen todo esto para asegurarse de que todo lo que hace una organización cumple las leyes y normativas locales. Las auditorías internas también mantienen un registro de los estados financieros y los datos de una empresa, lo que permite a los responsables de la toma de decisiones o a cualquier persona volver atrás y examinar una métrica específica durante un periodo de tiempo concreto.
Más allá del cumplimiento de las leyes y normativas locales, las auditorías permiten a una empresa saber qué cosas van mal y qué cosas van bien. Además, permite a una empresa tomar decisiones basadas en esos resultados para mejorar sus operaciones y cumplir sus objetivos.
Auditoría externa
Al igual que una auditoría interna, una auditoría externa es el proceso de evaluación de una empresa, concretamente de los estados financieros, por parte de un contable independiente. Las empresas recurren a un auditor externo, a veces, para obtener una segunda opinión, a veces, una opinión externa puede ayudar mucho a mejorar las operaciones y el trabajo de una empresa. Las empresas también realizan una auditoría externa antes de salir a bolsa, para certificar oficialmente sus estados financieros, como exige la ley. Esto se hace para que los accionistas e inversores conozcan la situación financiera y la salud de la empresa, y puedan así tomar decisiones sobre si invertir o no basándose en los datos financieros comunicados.
Diferencias entre la auditoría interna y la externa
Aunque las auditorías internas y externas comparten muchas similitudes, también son bastante diferentes. Por un lado, los auditores internos son empleados de la empresa que analizan las prácticas empresariales de la misma, y los resultados de su examen son utilizados por la dirección interna de la empresa. Mientras que las auditorías externas son mucho más estrictas, la mayor parte de lo que hacen los auditores externos está fuertemente regulado por organismos gubernamentales, en este caso por la Securities and Exchange Commission (SEC), como se ha mencionado antes la información que recopilan será utilizada por inversores y accionistas. Todo lo que hacen, desde el formato de su informe hasta la relación que pueden tener con el cliente de auditoría, está muy regulado. Las auditorías externas son también más comunes, para las empresas que cotizan en bolsa, que las auditorías internas, ya que se realizan tres veces al año en el caso de las externas, frente a sólo una en el caso de las internas.
Aunque técnicamente ambas se denominan auditorías, son muy diferentes entre sí.
Normativa
No vamos a cubrir la totalidad de la normativa de las auditorías internas y externas, de lo contrario este artículo sería más como un libro. Sin embargo, intentaremos ofrecerle una visión general de algunas de las normativas que se les aplican.
En primer lugar, muchas normativas dependen de su estatus como empresa, si cotiza en bolsa, si es una pequeña, mediana o gran empresa. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Bolsa de Nueva York (NYSE) exige a las empresas que cotizan en bolsa que mantengan una función de auditoría interna para proporcionar a la dirección evaluaciones de riesgos. Si no es una empresa que cotiza en bolsa, no está obligada a tener una función de auditoría interna, pero se considera una buena práctica.
Como ya se ha mencionado, las normas para las auditorías externas son mucho más estrictas, por ejemplo, alguien que tenga alguna relación directa con la empresa. Por ejemplo, si posee un valor o interés en la empresa o tiene una relación directa con alguien que lo tenga, queda automáticamente excluido, por ley, de ser auditor externo de dicha empresa.
Conclusión
Antes de decidir cuál necesita su empresa, tiene que averiguar cuál es el mejor para ella. Empiece por plantearse una lista básica de preguntas como: ¿qué tipo de empresa somos? ¿Privada o pública? A menos que sea una empresa que cotiza en bolsa, probablemente no necesite una auditoría externa, a menos que tenga que certificar estados financieros. En general, las auditorías internas son mucho más comunes para todo tipo de empresas, desde las pequeñas a las grandes, y pueden ser mucho más útiles para el funcionamiento general de su empresa.
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